Soy un ermitaño. Un raro ermitaño urbano. De la vida, no me preguntes de aquello que se ha escrito. Apenas tengo una referencia. Sé más de otra vida; la que se vive por dentro. Conozco el silencio abrumador que la acompaña, sus paisajes y montañas. Esa es mi experiencia Zen, y de ella puedo hablarte. El Zen es algo más que símbolos armónicos para el deleite. Es una ruta clara de cambio y transformación de la cual hoy poco se habla. Por eso te hablaré de ella. Es preciso ir más allá de la superficie del yo ―el monólogo de la mente― hasta liberarnos de las cadenas internas que nos atan. Te hablaré de lo que significa el Ensō, El Zazen, Mindfulness, y de los preceptos que enseñó Bodhidharma cuando por primera vez llevó el Zen de la India a China.
— Nota del Autor